Algunas veces lo que sabemos, lo que vemos, lo que conocemos, tiene apenas nos permite orientarnos, como a tientas, para no chocar/nos: la mesa, la cama, son meros bultos reconocibles, oscuros. Sólo una gama de grises.
Con un poco más de luz veo colores, las sábanas, las lapiceras sobre la mesa, los colores que comienzan a asomar.
Luego, bajo la cama hay polvo, que la telaraña creció, que las sábanas están arrugadas. Hay colores definidos. Y vemos más, mejor. Hay luz. Demasiada.
¡Cuántas veces prefiero, preferimos lo liminar del crepúsculo!.
PD: mientras escribía me sonaba en la memoria: Night vision, de Suzanne Vega. Bella, onírica.
Night Vision, video;
Night Vision, video;
Find the line, fine the shape
through the grain.
Find the outline,
things will tell you their name.
The table, the guitar,
the empty glass:
all we blend together
when the daylight has passed.
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