Todos tenemos nuestro propio termo, le decía a Camila a raíz de la entrada de ayer.
El termo del que no ve más allá del barrio cerrado es tan termo como el que no sale de la villa, por poner extremos ridículos. La mirada que tenemos necesariamente es parcial, acotada. El lugar desde el que hablamos es, necesariamente, el nuestro: limitado.
El riesgo es cuando creemos que no hay algo diverso, diferente. Es tan pobre el discurso del católico a ultranza como el del ateo recalcitrante.
Hay termos de 250 cm3 y otros de varios litros. Alguno más amplio, otro más restringido, no dejan por eso de ser termos.
O sea.
19 de mayo de 2012
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1 comentario:
cuando el termo es limitado, acá en casa le llamamos: el techito. no podes ver más allá de ese techito
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