Lo mejor fue encontrarme con la abuela del novio. Nos vimos en medio de la celebración y tuve que esperar hasta el final para saludarla. Nos abrazamos largo. Yo no soy nada alto, pero le saco dos cabezas; es pequeñita y está un poco encorvada.
-¡Hola, nene!
-Mercedes, ¿cómo andás? ¡Qué lindo verte!
-No me lo perdía ni loca.
Me tomó del brazo y salimos por el pasillo, cual pareja de recién casados.
-Mercedes, ¿seguís fumando?.
-No, dejé este año, me dolían un poco los pulmones.
Tiene 92. La quiero
3 comentarios:
Esa generación (a la cual pertenece tmb mi abu de 89 primaveras) son lo más, sabiduría y pragmatismo en estado puro.
Una genia total, me mató bailando el Vals con el novio...se llevó el mayor aplauso de toda la noche... ma que bailando por un sueño!!!
Me acuerdo de cruzarla tarde por la noche, en Sanfer:
-¿Qué hacés, Mecha, a esta hora?
-Voy a comprar fasos...
Por Jehová!!
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