Responde de algún modo a la globalización, excelente en algunas cosas, tremenda en otras:
Sabemos cómo se llama la esposa del presidente de USA pero ni idea del nombre de la del almacén, por caso. Consumimos alimentos, desde el pan hasta las cebollas, sin habernos ensuciado las manos en el proceso de elaborarlos. Vivimos en un lugar, trabajamos en otro, nos encontramos en otro, nos distraemos en otro. Nuestros bisabuelos, nuestros abuelos, inclusive, no tenían estos hiatos vitales.
La escala humana se nos perdió al ganar otras cosas... A buscarla.
2 comentarios:
Mucha verdad.
¿Vos decís? Gracias, entonces.
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