Más tarde, ese mismo día, en la mesa salió la cuestión de la felicidad. Todo porque CB comentó que en este momento su trabajo no la hacía feliz.
Como creo que ser feliz es, hoy día, casi un mandato. le pregunté si era eso u otra cosa; y era otra cosa, más hacia el lado de la angustia u opresión.
Sí, diferente. Entendí, entonces. Antes necesité la aclaración, porque me parece que hay que zafar de la dictadura de la felicidad obligatoria, todo el tiempo, bien arriba, en un éxtasis continuo. Ese espejismo es atroz, porque te carga con la culpa de no estar al 100% constantemente, te hace creer que el modelo sonrisa feliz es el deseable para todos veinticuatro horas diarias, siete días a la semana.
Hay que (il faut) escapar de la tiranía de la felicidad.
7 de enero de 2011
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2 comentarios:
Bueno, de hecho, a mi me molesta la gente que esta pum para arriba todoooo el tiempo y sonríe mucho... me da desconfianza, la sonrisa con el tiempo se empieza a deformar y veo cosas feuchas
"...me parece que hay que zafar de la dictadura de la felicidad obligatoria, todo el tiempo, bien arriba, en un éxtasis continuo. Ese espejismo es atroz, porque te carga con la culpa de no estar al 100% constantemente, te hace creer que el modelo sonrisa feliz es el deseable para todos veinticuatro horas diarias, siete días a la semana." Se está transformando. Empieza a ser más sútil y la cosa pasa por la conformidad de las cosas que hacés. Todo tiene q estar equilibrado, perfecto. ¿y entonces, la pregunta existencial que es motor? ¿dónde queda?
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