No es tan difícil, pero hagan la prueba y verán que es casi imposible.
Intenten en una conversación comenzar con un verbo que describa el desde dónde están hablando, es decir: siento, pienso, me parece, creo, opino, supongo...
Ojo, háganlo eligiendo conscientemente, no al azar.
Me parece que te equivocás, no es lo mismo que "estás equivocado".
Siento que no me estás teniendo en cuenta no es lo mismo que "no me tenés en cuenta".
Pienso que debería estar más atento, es sólo eso, un pensamiento que ni siquiera es un deseo.
OK, decía de probarlas en un diálogo -o varios-. Noten la incapacidad que tenemos de registrar eso: lo que es opinión, lo que es sentimiento, juicio, suposición...
Es iluso pretender juzgar un sentimiento, opinar sobre una creencia o creer acerca de un parecer. Es diferente. Es necesario y hace bien diferenciar.
Ayuda, al menos, a intentar hablar en un mismo plano o, si no, a dejar en claro la diferencia. Y saber donde nos paramos. Ya es algo.