Otro tema son esas relaciones parásitas, en las que una de las partes absorbe desmedidamente el tiempo, las ganas, la energía de la otra parte, .
Me pasa, últimamente. Me parece que hay poca reciprocidad; mejor dicho, que pocos entienden o viven este concepto. Solemos pararnos en un más/menos, en debes y haberes... Se nos queda fuera el ida y vuelta más gratuito de la reciprocidad. Y no por gratuito es descartable o lo podés dar por seguro. No es que sea mercantilismo relacional, pero es necesario, me es necesario, un cierto retorno que me alimente. Si no, no me sirve.
No es que do ut des, sino una recíproca gratuidad que dinamiza, que desborda.
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