Estábamos con Nati en su casa, preparando unos "tentempieses" mientras esperábamos a Lucas. Entre los saludos de bienvenidas, de ponernos al día en vivo, no por correo, mensaje o teléfono, me sentí, una vez más, "en casa".
En eso, comenta: Cómo escribiste ese día..., como comentaron en tu blog... Sí, te leo seguido... está bueno.
Inmediatamente me invadió el pudor. ¿Por qué esa invasión que me pone colorado?. Pasa que hay personas a las cuales respeto. Respeto en el sentido que me producen cierta admiración por lo que hacen, dicen, piensan.
Que lean esto, les guste (o no, pero lean), me lo compartan, me hace sentir ese pudor.
Y a la vez, me confirma en ciertos rumbos y opciones, en cierto estilo. El eco de mis palabras en otro/a, que lee, escucha, entiende, me parece de una grandeza tremenda de parte del otro, de la otra. Sépanlo.
18 de noviembre de 2010
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2 comentarios:
y sí...te leo seguido, ponete colorado no más!!!! es que me siento yo como en casa cuando hablás...por el blog...te escucho aunque te lea...
¡es la mamá de la Nati!, gracias, Noris!!
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