Venía postergado, pero finalmente hoy nos encontramos con R. a tomar un café. Ella venía para estos lados y yo estaba cerca, así que nos sentamos un poco no más, no tanto como lo merecemos.
R. ha sido profesora mía de griego; siempre me ha despertado mucha admiración, aunque no sabría decir bien por qué: si por sus saberes académicos, su cultura. No lo sé. Lo que sé es que además, le tengo mucho respeto intelectual y aprecio su mirada. Es de esas personas que (me) hacen bien.
Por una duda acerca de una etimología, le escribí un correo electrónico, cruzamos varios más, concretamos este encuentro. Ideas que nos giran, lugares de encuentro, descubrimientos y búsquedas que desde lugares diversos se rozan. Percepciones, deseos, sospechas, prácticas, en el intento de crecer en humanidad.
Quedaron ganas de más, lo cual está bueno.
26 de agosto de 2010
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