De paseo con mis sobrinos más pequeños en el barrio chino -salida que a esta altura es tradicional-, conseguí un tomoscopio (pariente del caleidoscopio). Sigo inventando fotos con él, algunas en verdad lindas.
Y por eso que decía de la variedad e inmutabilidad que tienen los aparatos estos, también se me ocurría otra cuestión. Que en esto de buscar la belleza/felicidad/bondad, hay que saber elegir dónde poner la mirada.
Incluso si eso supone la tarea de crear nuestra mirada, nuestra aproximación. Si es necesario, para lograr la foto que quiero, parcializo la toma, busco ángulo, luz, macro, flash o no... Pero busco construir con lo que tengo a mano.
Fuera de la foto, lo sé, queda muchísimo más, pero opto por poner la mirada ahí. Pensándolo un poco más creo que así en gran parte es como me tomo la vida. Con lo que tengo y puedo, voy haciendo opciones, caminos, búsquedas que no son la totalidad del paisaje, sino lo que quiero y puedo abarcar.
Queda mucho afuera, sin duda. Pero los bordes de las fotos de otros rozan los míos, y así tejemos una gigantografía, nos podemos visitar en nuestros paisajes, permear fronteras, prestarnos filtros.
4 de marzo de 2010
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2 comentarios:
Vos sabes que tengo la certeza de que la felicidad/bondad/belleza no llegan por azar uno debe poner la mirada el ellas, encarnadas en esta vida que nos toca co-gestar!!
Cariños
Vale
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