Probablemente es que ya estoy mayor, ¿no?, pero la verdad hay cosas de la tecnología que no me van.
Ayer venía alguien por primera vez por un trabajo; alguien arriba de los 40, no un adolescente inexperimentado. Mientras le explicaba cómo iba la cosa, esta persona no dejaba de mandar mensajes de texto con su celular. En un intento de ver si notaba algo, dejé de hablar. Nada, siguió.
-Ok, espero que termines, que parece importante...
Nada.
No sé, al menos esperaba que dijese algo como: Perdón, es importante, mi hijo está necesitándome. O, me avisan que apareció un hígado para un transplante. O espere que termino. Nada. Era yo el que molestaba y se molestaba. Como un gil, esperaba algo.
Algo como para mostrar un poco de interés en el laburo -primer día, insisto-, en mi explicación, en el presente...
3 de agosto de 2012
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