Hay personas que me reconcilian con la humanidad y hacen que me enorgullezca de pertenecer a la familia humana. No son héroes, filántropos reconocidos, científicas renombradas, santos o estrellas.
No sé definirlo, decirlo. No es tampoco algo afectivo: es decir, no necesariamente son personas que están en mis afectos más cercanos.
Es otra cosa. Como -imagino-, como si tuviese que rescatar o preservar algo de una inundación, o si tuviese que elegir qué llevar en una mudanza: elegiría a esas mujeres, a esos hombres, como gemas de la humanidad en la que creo.
O algo así, ¿se entiende?.
13 de agosto de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario