que en épocas difíciles la censura llegaba tan adentro que las personas ni se animaban a decir su verdad, exponer su desacuerdo, proponer sus miradas, divergir, ni siquiera entre los más cercanos. Todos eran sospechosos.
Cuentan que cuentan...
que por suerte ya pasaron esos tiempos: ahora no nos las decimos ni a nosotros mismos. La censura pasó a estar dentro de cada quien.
Tristeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario