Hay una tal Graciela, la única (http://gracielalaunica.com/) que he pescado en algún desvelo.
La imagen, artificial y artificiosa, desde el albino rabioso a las uñas acrílicas y kilométricas hasta el tonito empático impostado.
Los rituales que vienen en su libro, la tirada de cartas y una serie de ominosos oráculos aplicables a el 89% de la audiencia. La manzana con deseos enrollados, rodeada de 6 o 12 caramelos.
La desesperación que acepta esta ayuda.
Qué sé yo.
28 de junio de 2012
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