Apareció, por una discusión bastante fuerte que tuve con mi progenitor, el tema de los límites en dos sentidos:
- como frontera entre dos cosas, personas, países
- como incapacidad
Alegar límite/incapacidad es la mejor manera de excusarse al no respetar los límites/fronteras, pensaba.
Sentía y siento, que este cortocircuito con mi padre (ya estamos ambos grandes), nace de un límite que le marco. Y recuerdo que no sabe/quiere/puede entender que, pese a ser padre mío y de mis hermanas, somos entes separados de él: entra a nuestras casas sin golpear o pedir permiso, da manos que no se le piden y complica las cosas, se mete -intenta meterse- en las conciencias manejando las culpas... Su límite es esta incapacidad narcisista que no soporta dejar de ser el centro de control.
Y ante esta incapacidad, me sale la mía: poner límite, borde, frontera, para no ser consumido o asfixiado. Para vivir.
El hambre y las ganas de comer, suponte...
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