No hay que juzgar, dicen.
No puedo evitarlo, me sale el juicio. Automático, casi.
Me sale porque no todo me da lo mismo y porque algunas cosas, hechos, personas, acciones, me parecen mejores que otras.
Otra cosa es juzgar Y condenar.
Eso, por ahora, no.
24 de junio de 2012
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