Me divertía comprobar que somos varios los que tenemos memoria gastro-turística: por ahí me confundo un paisaje, pero no una comida:
- Potrero de los Funes, en San Luis, es un chivito con malbec.
- Córdoba capital, un tostado enorme.
- Roma, granitta de menta.
- Filadelfia, comida oriental sentado en un edificio gubernamental
- Gesell, un pescado a la parrilla exquisito.
- Taizé, un guiso, manzana y quesos.
- Novara, fideos blancos con un aceite picantito.
- Buenos Aires, shawarma en Plaza Armenia.
- Florencia, pizza con hongos.
- Lima, papas a la huancaína con arroz.
- Florianópolis, hamburguesas y mango.
- La Patagonia, arroz con salchichas.
- Nueva York, sandwichs en el Central Park.
Guardo aún muchos recuerdos por construir. Pero ya los saboreo.
Re-snob, pero riquísimo.
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