Por gusto y por oficio, me manejo mucho con palabras, con lo dicho/escuchado, lo escrito/leído.
Estos días, por varias cosas, me resonaba el como comparativo, tan útil y confuso.
De a ratos ayuda a entender: Grande como una casa. Nadie lo toma al pie de la letra, creo.
Siento como si me aplastaran. Es claro: hay una sensación de opresión, externa o interna, semejante a un peso puesto sobre el hablante.
Otras es inútil: Y, como que es más fácil. ¿Más fácil que qué?.
Si pusiéramos los comos en el lugar que corresponden, si dejáramos de querer abarcar y explicar la imagen, la metáfora, si pudiéramos dejarnos decir...
3 de junio de 2012
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