No quiero discutir si ante esta falta se crean o no otras palabras, porque de hecho lo hacen, lo hacemos; o se le buscan nuevos significados a palabras viejas. Está bien, es así. Pero si cuando no usamos un músculo, este se debilita, cuando no usamos las palabras, cuando no las aprendemos, se achica nuestro mundo.
Por más que suene elitista o chauvinista. Es triste.
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