... es necesario escuchar a esta sed que ilumina.
Además porque creo que en parte las racionalidades, las lógicas -ambas cosas me son muy queridas- más de una vez no alcanzan. Como tampoco alcanzan, más de una vez, los sentimientos o las corazonadas, también queridas.
Ir más allá, no en riesgos o distancias, sino más allá de lo razonable, más allá de lo sentible -senTible, no sensible, aunque sea un invento-.
Acallar esa obsesión de querer entender/amar todo. Animarnos a ir por lugares no previstos.
Vértigo sereno.
18 de septiembre de 2011
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