Irremediablemente los veo y me acuerdo, en primer lugar, de un compañero de estudios que todo el tiempo, mientras el docente hablaba, asentía. Les aseguro que casi-casi se podía oír de fondo lo que pasaba por su cabeza: una mezcla de samba brasilero con sonido de engranajes oxidados. Mientras tanto, la mirada levemente perdida y el movimiento leve y continuo de la cabeza afirmando, daba la impresión de alguien que entendía y coincidía, aunque en verdad no tenía ni idea de qué se trataba... Me tocó escuchar alguno de sus exámenes y les aseguro que ni idea tenía.
Como por variados motivos me toca a menudo estar hablando frente a otros, cada vez que veo que alguien asiente a lo que digo me pasa que:
- tengo ganas de preguntarle si realmente entiende
- quiero pedirle que repita lo que dije
- siento que me fui al cuerno y no hay modo de volver
- desearía estar en otro lugar, aprendiendo origami, ponele
¿Será el karma?
6 comentarios:
"Siento que me fui al cuerno y no hay modo de volver" jaja autocrítica, bien ahí.
Yo te diría que cuando ves que la cosa no funciona, armés una ronda de origami. Incluilos, no seas malo.
Hablando del pedido de repetición. Eso es dudoso. Yo puedo volar y repetir, no sé inconscientemente entra la info (a no ser que este muy, muy alto) pero de ahí a decodificar hay un abismo ¿no?
¡¡¡No, che, autocrítica jamás!!
Pero ¿entendés, no? Es el movimiento ese, con cara de vaca mirando el tren, lento y repetido, asintiendo a... no sé qué-
Me tienta algún día tirar cualquiera pero cualquierísima... ya me animaré.
Yo a veces soy como el perrito... la joda que a veces contesto en voz alta!!
Te juro que apenas vi la ilustración me acordé del mismo compañero...
Te creo, H. Lo tremendo es que pasaron y seguimos igual...
Los años, los años son quienes pasaron
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