Con alguien charlábamos. Hay algo en el clima -cultural, mundial, histórico- que nos vende lo que se me ocurrió llamar una cultura (?) del orgasmo.
Digo: todo bien arriba, placentero, estático, ruidoso. Y todo el tiempo.
Se niega, se evita, el camino; ya quiero la meta, llegar, alcanzar.
Se desdibuja el valor de lo arduo, no por lo arduo en sí mismo, para nada, sino por lo procesual, por los pasos, por el disfrutar de la "agonía" del viaje. Agonía en el sentido original, etimológico: lucha, combate por alcanzar. De hecho, sólo el que agoniza puede ser protagonista.
Shhhh...
27 de abril de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario