Peores como:
- habernos sentado a almorzar a las 13,30 en Beccar, tranquilos, en la casa nueva de un matrimonio amigo.
- seguir a las 17,00 con una merienda con scons y panes caseros, dulces y panqueques en lo de Chechu, celebrando que se había recibido.
- continuar con esas mismas personas, 21,00 a unas cuadras, no más, con unas pizzas caseras a la parrilla -amasadas por quien escribe-.
Es decir: listo, ya volverán los kilos bajados. Pero ¡qué bueno recuperarlos en estos encuentros donde el sabor no está sólo en la comida!.
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