Durante la tarde miré algunas fotos del viaje que hice en julio al norte argentino. Las cuevas, los cardones, las montañas. Una pareja, Paola y Javier, quienes hicieron parte del recorrido con nosotros. Las caminatas. La casa del Marqués en Yavi.
CSI me acompañó en la cena: aparecían pedazos de huesos humanos en las cañerías subterráneas de Las Vegas. Autopsias, arrestos, sangre.
Me dormí leyendo. Margaret Atwood en Maddaddam pinta un mundo cercano, hipertecnologizado, donde, luego de una ¿peste? quedan pocos seres humanos tal como los conocemos. Hay animales creados en laboratorios, e incluso unos humanos de diseño, casi adánicos, de colores.
En mi sueño buscábamos comida en el patio de una fortaleza medieval. Había langostas que se me antojaban riquísimas. No me las querían vender y me metían a la fuerza dentro de un ¿castillo? donde había experimentos medio primitivos con órbitas planetarias, mientras una vidriera llena de huesos y calaveras me decía que estaba en peligro.
Me desperté varias veces y cada vez me dormía y el sueño continuaba.
Me desperté varias veces y cada vez me dormía y el sueño continuaba.
No, si la verdad que andamos genial.
Sobra subconsciente.
Sobra subconsciente.
2 comentarios:
Ufff, para mi que es alguna estufa en mal estado...lo mio no fue mejor, soñe que mis viejos nos sentaban a mi hermano y a mi y nos decian que eramos adoptados y nuestros padres biologicos eran desaparecidos de la dictadura en Bahia Blanca. Hasta los nombres me decian. Por las dudas los googlee...no vaya a ser que existieran...
No fumes más cosas raras.
Es genial. No sólo adoptados, sino toda la data... Ahora: ¿si los encontrabas? Madresantadedió, qué miedo.
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