Mis esquemas mentales, estrechos, limitados, van descubriendo que estas estrecheces y limitaciones no son rigideces. Es decir: están, me definen en muchos aspectos, son el marco en el que me muevo, mi referencia, la manera en que miro, pienso, razono.
No quita que sean elásticos, flexibles. Que sin renunciar a ellos ni abandonarlos pueda entender, reconocer, aceptar, empatizar incluso, con otras miradas. Correr/me un poco para intentar otras aproximaciones, intuiciones, miradas.
No quita, tampoco, que haya muchas cosas que, por más que mis esquemas puedan ser flexibles, espero no entender nunca y seguir sintiéndolas ajenas, extrañas.
Aunque no lejanas.
Aunque no lejanas.
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