Por más que la imagen que el supuesto espejo devuelva sea real, verdadera, la cuestión es cómo percibimos esa imagen/idea/noción de nosotros mismos.
Capaz que la miopía está tan instalada que ni la notamos. O que nos acostumbramos demasiado a las imágenes monstruosas y deformes que proyectamos, a tal punto que nos son normales.
Y no hablo de lo estético.
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