La lógica está perdiéndose. O suicidándose. Les aviso.
Entre el desinterés por escuchar y el excesivo interés por hablar, no hay lugar para el encuentro de una pregunta con su correspondiente respuesta o de una línea de diálogo con la siguiente.
-¿Qué te parece?
-Doce y media.
-¿Solamente?
-Más bien, barrilete.
-Qué bueno, me alegro.
Les aseguro que de a ratos oigo más o menos así.
Socorro.
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1 comentario:
Patricia escribió: "que miedito y que cierto, nadie escucha a nadie, todos tenemos excelentes monólogos. es mas muchoooooooos hablan a los gritos para ser escuchados.Excelente tu publicación , yo pensé que me pasaba solo a mi, porque estaba loca."
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