Alrededor de la mesa compartida, pensábamos juntos, en voz alta, qué es lo que vendrá luego que este sistema . La acumulación de varios es el hambre de muchos; la explotación -y no siempre esclavista- de los trabajadores produce la riqueza de algunos; los desequilibrios son cada vez mayores, de uno y otro lado, y pareciera que mucho más veremos sin sorprendernos demasiado.
Para mí (por creerlo e intentar vivirlo), una de las claves es animarse a la austeridad. A no confundir necesidades y caprichos, a desenmascarar los deseos inventados, quiero comer en Mc Donald's, ponele, al deseo genuino: quiero, necesito, comer.
El simple ejercicio está bueno. Al menos a mí me ayuda a discernir algunas cosas, no todas, no todo el tiempo. Y si en algún momento aparece alguno que no es taaaan necesario, así puedo darme cuenta y decirme: ok, puedo vivir sin esto -libro, película, sushi- pero tengo ganas de. Creo que me hace más libre.
Otro tema es cuál es el criterio de austeridad. Otro tema, dije.
5 de marzo de 2011
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