Me acordaba por eso, de la teoría de conjuntos, cuando se daba un territorio común compartido, donde se daba ese espacio sombreado, la intersección: ahí convivían, sin abandonar su propio conjunto, cosas (números, elementos, figuras) que eran de conjuntos distintos.
Creo que deberíamos ir asumiendo estos espacios, estos encuentros, y celebrarlos en lo contradictorio que tienen. Y celebrarnos en lo integradores que son.
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