Terminé anoche Kafka en la orilla, de Haruki Murakami. El año pasado, creo, había leído Norwegian wood, del mismo autor. La segunda si bien me había gustado, me había resultado poco oriental (¿?). Esta otra, larga, con más personajes, si bien es más oriental (¿?) no me terminó de convencer: del 1 al 10, un 7.
Lo bueno: por más que me digan que este señor escribe genial y que él mismo es un genio, ya está: le di un par de oportunidades y no terminé de engancharme con el ritmo, la historia... no sé. Lo cual ayuda a reducir la lista de cosas para leer-ver-hacer y disminuye un poco la ansiedad.
Eso sí: me puedo dar el gusto de decir, displicente:
-¿Murakami? Sí, leí un par de cosas... no, no me termina de gustar.
¿Soy cool?
PD: aunque hay un libraco suyo (1Q84) que ya me está intrigando.
29 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
No sé si sos cool pero tenés un tema más, un bocadillo (?)
Ah y podés opinar sobre Murakami con fundamento que no es poco. Escuché a muchos decir "es un genio" y cuando les preguntas "¿qué leiste de él?" suenan grillos. Horrible.
Un bocadillo difícil de meter, peo lo tengo.
jaja me imaginé la siguiente situación y me empecé a reír sola (tené en cuenta que son las 4 am): estás en una reunión x. Que GH de acá, que bailando por la no sé que cosa de allá y vos tirás tu bocadillo ultra útil (?) de Murakami. ¿No sirve?
Mirá, en Kafka aparece un personaje cercano a la disforia de género, así que ahí puedo enganchar con el pib@ de GH.
Es un comienzo (?)
Publicar un comentario