Pero por más que lo intente, no siempre puedo "bajar las calorías":
- alguien que conozco me regala un libro que le gustó y como confío en él/ella, lo leo.
- me recomiendan tal película; la veo, me engancho con el director y...
- salen cientos de bandas mediocres pero decenas de bandas geniales.
- incluso las mediocres tienen un par de temas que tengo que escuchar.
- ¿No leíste Borges?, tenés que hacerlo. Y ahí ya tengo para otra vida.
- Exégesis sociológica también.
- El Bafici que se viene.
- La cartelera teatral de Bs As tan prolífica y yo sin tiempo o dinero para ver tantas cosas buenas.
- Derrida y Foucault dicen eso, te los recomiendo, dice Mariana. Uf, más cosas.
- retomar pintura no estaría mal.
- ad infinitum.
¿No les digo que es imposible de a ratos?.
2 comentarios:
Ah es una lucha constante. Yo me tengo que ordenar porque estoy malabareando tanto con todo que no estoy haciendo nada como corresponde.
Uf...! Que desesperante es reconocerse limitado de tiempo, espacio e intelecto. Pero como decías por ahi, también está bueno poder darse el inmenso lujo de disfrutar y recorrer caminos ya andados. Y algo que me pasa cuando logro alcanzar algunas de todas esas cosas que "me gustaría", es que lo disfruto inmensamente, con corazón de niño ingénuo y con cabeza de adulto. Placer!
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