Una enfermedad, una situación medio violenta, la sobrecarga laboral, un conflicto con alguien. Incomodidades que molestan pero que nos resultan conocidas, seguras. ¡Es tan difícil correrse de ellas!.
Correrse de lugar del pobrecito, el sacrificado, el proveedor, el mártir. Es más difícil de lo que parece. Al momento de quejarnos, nos sale, lo decimos, lo detectamos. Pero es preferible esta esclavitud al riesgo de otra cosa.
1 comentario:
¡Es verdad! Conozco ejemplos
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