Soy una persona de silencio, no me asusta, me gusta. Incluso, no suelo escuchar música a mucho volumen, la TV baja... El ruido es lo que me perturba.
Pienso: a más ruido, menos palabras. Y sin embargo, creo que muchos de esos ruidos nos dicen o quieren decir: acá estoy, pertenezco, tengo lugar, no me olviden.
Hay algo que es vejatorio de los silencios propios y es violento. Hay algo que me da tristeza en esos no decires que se gritan.
Creo que nos debemos un poco más de silencio para poder escucharnos. A nosotros mismos y a los demás.
3 comentarios:
AH la nueva moda de ir en el colectivo con el celular o mp3 escuchando música a todo volumen sin auriculares no la soporto ! si yo no quiero escuchar música o quiero leer o quiero escuchar mi música o quiero conversar porque estoy acompañada. Una falta de respeto total ! lo peor es que no les podés decir nada porque no entienden y terminás pasando un mal momento. En fin.
No se si alguna vez disfrutaron del silencio entre dos o más personas. Tiene la simpleza y la bastedad de las cosas grosas de la vida. Es hermoso! Yo lo aprendía a fuerza de controlar ese impulso ansioso por llenar una conversación, con Diana, una amiga que hace mucho no veo. Es una gran administradora de los silencios y de las palabras. Cuando entendí como venía el ritmo, lo disfruté y ya no pude dejar de admirarlo.
Sí lo sabremos, Tincho... Es parte de lospaisajes recorridos, creo.
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