De cómo resistir o cuáles son nuestras estrategias de supervivencia.
Más allá que lo hacemos desde nuestro cómodo -o no tanto- lugar de clase media.
"No me hace falta, no necesito, no quiero", frases fetiches, mágicas. Ayudan a desenmascarar las falsas necesidades impuestas y/o aceptadas acríticamente.
Ojo, que también vale: "No me hace falta, pero lo quiero", "No lo necesito, pero me gusta", "Es muy prescindible, pero me encanta". Eso sí, honestidad, señores.
Porque hagamos lo que hagamos, estaremos adentro; en el rincón más recóndito, pero adentro.
Al menos, seamos conscientes, despiertos, lúcidos. Peor es nada.
Al menos, seamos conscientes, despiertos, lúcidos. Peor es nada.
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