La sangre derramada se torna inocua copa.
El pan partido como cuerpo que se desgarra, cómodas formas redondas.
La mesa se hizo altar.La comunión, rito y no estilo.
La palabra, de encuentro a monólogo.
El amor, mandamiento.
Algo pasó.
Podemos recuperar:
el testimonio de uno que entrega la vida.
el desgarro por la unidad.
la mesa de familia, reposada, demorada.
la comunión como búsqueda.
el diálogo atento.
la opción por amar.
Nada menos.
3 comentarios:
Que lindo Pablo
Gracias, Marus. ¿Dale que lo intentamos?
O mejor dicho: ¡celebremos a quienes lo intentan y viven!
Las dos cosas. Me parece que a nuestra manera lo intentamos
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