Terminando el día de celebrar. Agradezco: los encuentros, tan necesarios y lindos. Los llamados y los mensajes, que me hacen asombrar del cariño. El nudito al saludar a mi madre, autora de mis días y mis noches.El regalo inesperado: una vuelta en velero por el delta, en un día radiante.
Destaco celebrarlo con otros que cumplen conmigo: Ro, que llegó a sus 45; Lolo, que inaugura los 2. Es lindo decir "es nuestro cumple".
Necesito, estoy necesitando silencios y dimensiones humanas, abarcables. No lo grande, que siento me pierdo, sino lo que pueda ver, palpar, dimensionar.
Afirmo: está bueno. A seguir.
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