Decía de los integrismos, neurosis e inseguridades. Lo decía, claro, pensando desde mi metro cuadrado que tiene que ver con lo religioso, con el terreno de la fe, y, más "laicamente" aún, con el terreno apasionante de lo humano.
Claro que necesitamos seguridades o al menos tener alguna que otra certeza. Está bueno. No lo niego y las tengo. Justamente porque tengo seguridades puedo ser flexible; porque tengo raíces no temo que el viento sacuda las ramas.
Cuando hablo se las neurosis e inseguridades de estas personas, es más parecido al fetiche, al ídolo, como en algún momento escribía; es lo que paraliza, lo que amenaza y quita (la) vida: es la estampita, la medalla, el tarot, la encíclica, el horóscopo... Es la superstición que se disfraza de fe, dogma o doctrina filosófica o partidaria. Algo que me marca límite, piso, techo y paredes... porque no me banco, no nos bancamos, la desnudez.
Es notable como el galileo no ofrece seguridades...
16 de febrero de 2011
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