Largan: Estamos esperando el tercero. Al alboroto de los pequeños se suma el de los grandes. Manuel pregunta qué pasa -al fin y al cabo, los alborotadores por derecho son los pequeños-. Nos sorprendemos, los felicitamos, los abrazamos, preguntamos fechas, calculamos semanas. Para principios de enero, otro niño (Juan, según Pipe, que quiere otro hermano varón).
Los que ya tienen hijos hablan de sus experiencias, sus ganas de más o no, el querer o poder. Los que no los tenemos, nos admiramos de estos padres y madres que no idealizan, que aman con responsabilidad y esfuerzo, con ganas.
Llega el café, los panqueques. Se ahonda el misterio de una vida que viene llegando, calladita, oculta. Hay tanto...
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