Por suerte no me pasa -o no lo noto, quién sabe- con las palabras escritas en papel: con más o menos esfuerzo (más, en verdad), puedo leer hasta las etiquetas de los alimentos.
Antes que se me pierdan las personas y se fundan con los muebles, iré al oftalmólogo.
Mientras pase sólo con las letras y las imágenes...
3 comentarios:
Algunas personas mejor perderlas o fundirlas con los muebles...hacé como mi abuela que si bien era medio sorda, potenciaba su sordera a discreción...
Lo de tu abuela es la sabiduría de hacerse el gil. La envidio.
mi marido optó por no leer mas!
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