Un ejercicio: distinguir entre lo que quiero, y lo que necesito. Es decir: lo que deseo porque me es necesario, y lo que deseo porque me gusta.
Por ejemplo: quiero (tengo ganas) de comer sushi, pero, ¿necesito comer sushi?. No, en realidad, no, lo que necesito es comer. Ahora que coma esto u aquello es otro tema.
Necesitaba comprarme zapatillas; elegí no las que me gustaban más -que costaban casi mi sueldo-, sino otras, porque una cosa es la necesidad, otra el deseo/capricho.
Creo que es algo que me hace bien -y no "consuelo de tonto"- ver cuántas cosas quiero pero no necesito, y que las que necesito son las que tengo, procuro o deseo más sinceramente. Y cuando alguna vez me doy un gusto, reconocerlo como tal: mimo, gusto, premio... No algo de primera necesidad.
26 de octubre de 2010
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3 comentarios:
Lo entiendo pero me no sale.
A mí, con algunas cosas me sale mucho más fácil que con otras...
Mi mamá me lo decía cuando era chica
Yo decía necesito este juguete. No lo queres que es distinto
Procuro lo mismo con mis hijos
Difícil en este mundo, lo esencial es invisible a los ojos
Como en el principito , lo esencial es lo que necesito
Gla
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