Pulir, volver a hacer, repasar, corregir, empezar desde arriba, acertar, encontrar un tono, un gesto. Me despierta una profunda admiración por quienes hacen de esto su oficio. Poner voz, cuerpo, carne a lo que otro pensó, apropiarse de la idea de otro, plasmarla, es algo casi sagrado.
En esta sacralidad profana se dan comuniones, encuentros, desencuentros, energías que fluyen, momentos de lucidez y otros áridos. Se transitan.
Todo para que las dos-funciones-dos salgan bien, la personas se diviertan, nosotros nos divirtamos, podamos dar algo que tampoco termina de ser nuestro. Medio loco...
Es tan serio como un juego de la infancia. Tan divertido como un juego de la infancia.
2 comentarios:
Me encantó. Me dieron ganas de escribir algo sobre esto.
beijos
Dale, LJC (Lord Jesus Christ?), hacélo.
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