Digo: así como la confianza llama a un otro en quien confiar, en quien depositar algo de la vida, la esperanza abre al o/Otro. Espero, no sólo porque confío, sino porque hay algo que no puedo darme a mí mismo, algo que necesito que me sea dado por otro, algo que me pide cierta apertura.
Apertura a un tiempo futuro (e incierto); apertura a que lo que no depende de mí, lo que no puedo controlar, será lo que deba ser, será bueno.
Apertura que me hace notar que dependo, al menos en algo, de otro-s, de D's. Una dependencia curiosa, que libera.
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