"Estoy de acuerdo. De hecho, cuando te percatas de todo lo que te falta
por aprender (de un idioma, de un baile, de una persona) es cuando
empiezas a saber algo. No antes."
...comentaba al post de ayer Kanene. Eso mismo, tal cual. Como si a medida que aprendemos algo entendiéramos que falta mucho más aún. Como si el conocimiento, los saberes, en lugar de tener forma de embudo fueran una sucesión de bifurcaciones -El jardín de senderos que se bifurcan de Borges-. Entre la milimésima parte de la partícula hasta la inmensidad de un universo en expansión interminable.
Entre la limitación de lo que podemos abarcar y lo inabarcable de lo que podemos aprender.
Impresionante.
28 de enero de 2013
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