La Boutique del Libro -una librería de San Isidro, sucursal o anticipo, no sé, del paraíso- cada tanto arma algún desafío más o menos desopilante vía Facebook. El último, un epitafio rimado para despedir el 2012. En el 2010 había ganado un par de veces (Sumando contradicciones). Volví a ganar, esta vez un bono por $200 para libros, claro.
Fui ayer. Previa acreditación de identidad, se vino el vértigo de elegir. Es decir: ¡elegir un regalo! Fui directo a buscar, primero, algún libro de Auster o McEwan, autores que lentamente me animo a leer en su idioma original. Me tenté y casi me traigo una Atwood, pero estaba The invention of solitude, de Auster. Ese autor y ese título. Mío. Luego me debatí entre Forn y Kawabata. Ganó en segundo con su Historias en la palma de la mano. Y como no llegaba a los $200, me dieron un crédito por lo poco que quedaba. Honestidad no menor.
¡Para las vacaciones!, me dijo alguien, alegrándose.
No creo que lleguen a la semana próxima. Me conozco.
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1 comentario:
Jajaja!! Qué envidia te tengo y qué idéntica sería mi situación. Felicitaciones Pableteeee!
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