Releo el post anterior y me acordé de algo que escribía Juan de la Cruz, el místico, escritor y santo español del Siglo de Oro. No recuerdo textualmente, pero decía algo así como que para ser guiado, para aceptar ser conducido, hay que estar bien ciego.
Si creemos que vemos, no confiamos en el guía. Si desconfiamos de lo que creemos ver, aceptamos más fácil la mano que conduce u orienta.
De ves en cuando está bueno.
16 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
La aceptación de la necesidad nos deja vulnerables, experiencia difícil de sostener, dificil!!
Publicar un comentario