Cerca de casa hay una verdulería mínima, pero llena de cosas, con buenos precios, mercadería variada, fresca. La atiende una familia de inmigrantes peruanos más algún compatriota más. Suelo comprar ahí. Queda justo en un lugar medio estratégico del barrio, entre la villa y la zona más paqueta.
Hoy fui a la mañana; mientras una de las mujeres me atendía a mí, otra, que sospecho es "la jefa", atendía a una clienta, muy curiosa, muy preguntona. Claro, es que tienen cosas medio insólitas para el barrio: quinoa, akusai, locoto.... En su afán de averiguar, viendo granos de maíz y unos pimientos extraños, pregunta, medio dudando:
-¿Esas cosas son de las que comen ustedes?.
No pude reprimir la sonrisa irónica.
Buena intención, tuvo.
8 de junio de 2011
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3 comentarios:
Lo triste es lo arraigado que tenemos las creencias de que somos distintos (superiores) de nuestros hermanos limítrofes. Me da mucha bronca que hoy se use boliviano, peruano, paraguayo como insulto.
Dicho esto, gracias por la data Pablete, hace rato que ando buscando quinoa,ají rocoto, harina de maiz blanco y otras yerbas...
La eterna diferencia entre ellos y nosotros. ¿No te aburren? A mí sí.
Javi, no debe de ser muy diferente a cuando la aristocracia criolla llamaba tanos, rusos y gallegos a los inmigrantes de los siglos XIX y XX, o cuando éstos, al poco tiempo, llamaban cabecitas negras a quienes venían a BsAs desde el interior. Igual, jode, sí.
Thiago: de a ratos, sí, aburren; pero en otros casos -quizás incluso frente a la sra del comentario-, me alegra que haya un ella y yo, al menos...
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