¿Por qué no nos pidieron con la misma intensidad, al menos, que fuéramos inteligentes?. En algún punto, hemos crecido con una bondad hiperdesarrollada y peleada con la inteligencia.
Reconozco que hay un rollo personalísimo atrás, pero por lo que vengo compartiendo con otros/as, no estoy tan solo en esta. Muchos sienten que si piensan, elaboran, juzgan, dejan de ser buenos... algo huele mal.
Ejemplo mínimo: en primer grado me aburría como una ostra. Nadie sabía o notaba que ya leía de corrido desde antes. Obviamente, mi aburrimiento se traducía en charloteo, paseos por el aula, distracciones...
"Es muy charlatán, tiene que mejorar la conducta y la atención", decían. Un poco me llamaban la atención en casa, otro poco me retaban en el cole (penitencia en el rincón incluida). Se calificaba moralmente algo que no era moral. Sólo hubiese sido necesario que alguien atendiera, en ese momento, un poco más de cerca mi situación.
Claro, la inteligencia me jugaba (no sé si el pasado está del todo correcto) en contra.
-to be continued-.
3 comentarios:
Ahh viste que a veces decir algo bueno sobre uno (por más que sea verdad, merecido) suena "soberbio", no sé ... tengo un problema con eso
Pará, pará, que estoy escribiendo la continuación y es tremendo lo soberbia que suena... Somos varios con el problemita. Pero, ¿viste que es menos "soberbio" ser (y reconocerse) bueno que "lucido"?
Totalmente, está "bien visto" decir "soy bueno" pero no "soy inteligente", queda mejor decir "soy un tarado"
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