Si miraron de cerca la foto de ayer, aparecía bien expresado una idea que alguna vez hemos esbozado por acá...
"Así es la identidad, un retorno permanente a quienes somos, que nunca es el mismo"
No es el mismo el retorno, tampoco es el mismo, la misma quiénes somos. Si fuésemos absolutamente iguales a ayer, no habría crecimiento o evolución, si fuéramos totalmente diferentes, no habría identidad.
Y somos y no somos al mismo tiempo: en los seres humanos no funciona todo el tiempo el principio de no contradicción filosófico. Te quiero y te tengo bronca; te alejaría y te abrazaría; soy gracia y pecado, soy blando y duro, ternura y firmeza; pagano y creyente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario