Vísperas del bicentenario. Día largo y lindo. Desde temprano se instalaron en casa los hermanos, hermanas y sobrinos con los que nos fuimos eligiendo para vivir. Nueve adultos, tres niños de 0, 1 y 2 años y "un poquito más".
Más allá del guiso de lentejas, el dulce de batata, el arroz con leche, la torta de cumple de Ro y demases, el feriado fue planeado como encuentro desde un mes atrás. Estamos más grandes y con más responsabilidades, y con más ganas de vernos con tiempo... Buenísimo, un caos: los niños pintando (en) el piso, el mate tranquilo, un vino rico, el tiempo descansado.
¿Ven?, esta es mi patria soñada y amada. Bah, es mi tribu querida, pero sueño con una patria así: festiva, pensante, madura, alegre, soñadora, que conozca lo que es "poner un poco todos" para que las cosas salgan, que se alegre con los logros de cada uno y potencie nuestras capacidades, que vaya criando hijos felices, muy de sus padres, muy de los demás...
Que tenga algo de esto, que no es otra cosa que un hogar. Nosotros estamos pudiendo. ¿No quieren prenderse?
25 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Pablito, qué lindo pensar en una ARGENTINA HOGAR!!... Seguiré intentando transmitir los valores que he recibido para poner mi granito de arena!...
VIVA LA PATRIA!
Dale, Belén, somos varios.
Publicar un comentario