El sábado a la noche me di varios gustazos: gracias a la generosidad de un amigo, pude ir a ver "Despertar de primavera"; además, fui con Mari, la mamá de mi ahijado; además, nos encontramos a la salida del teatro con Tincho y fuimos a comer; además, la puesta estuvo muy buena. Sobredosis de cosas lindas. Nada mal.
Brevemente: es casi como si The Wall, la película, hubiese sido escrita en Alemania un siglo antes. La temática son el sistema vs los adolescentes, o lo que los adolescentes van descubriendo y cómo no tienen voz-espacio-derecho de decirlo, experimentarlo, sentirlo. Nada nuevo, seguro, pero bien cantado, actuado, iluminado, lo cual es un plus.
Me quedo con un par de cosas: siempre es mejor saber que ignorar; nunca escuchamos lo suficiente. Si juntamos palabra, diálogo, conocimiento, responsabilidad, ganamos todos.
Lo pienso en todos los aspectos, en varios frentes: hijos/padres; amigos, familias, comunidades, sociedades, iglesias, estados...
Hay que (tengo, tenemos que) vencer el temor que nos causa el encuentro o el desencuentro para poder hacer, crecer, construir, soñar. No es simple, pero está bueno.
14 de junio de 2010
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2 comentarios:
Muchos me dijeron que la obra era increíble pero me hablaban de la versión Broadway y me quedé con las ganas. Si la versión local está buena habrá que darle una oportunidad
Yo tenía vista la obra de allá gracias a una filmación trucha que anda dando vueltas: la puesta es 92% igual. La traducción, más que digna (tengo amigos detrás de ella, Cris pone la carita para la foto). Es más, en una de las canciones reconocí un problema que Nati me había comentado.
Y mirá que termina el 20.
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